En la actividad de esta clase, tocaba realizar la segunda
actividad de Drama, que debía ser realizada por el segundo grupo de la clase,
los cuales, según lo solicitado por los profesores a cargo anteriormente,
debían traer a la clase un objeto que los representara, que los marcara y del
cual nunca se desharían, a pesar de lo que sea que pueda ocurrir.
Para comenzar la actividad, los compañeros del segundo grupo
debían mirar su objeto valioso, pensar lo que representaba para cada uno y
ponerlo cerca del corazón, abrazándolo fuertemente. Luego de esto, ellos debían
quedarse al centro de la sala tomados de las manos con sus objetos valiosos al
centro de ellos, donde se ubicaran de tal manera que el objeto de cada compañero
quedara frente a su dueño.
Por otro lado, los demás del grupo nos ubicamos alrededor de
ellos, de pié esta vez, tomados de la mano también, para sentirnos y
comunicarnos a través de lo sensible.
El grupo a cargo de la actividad, cuando ya habían observado
en el suelo su objeto valioso, y cuando se sintieran preparados debían caminar
en círculo alrededor de los objetos, lentamente, de manera que pudieran
observar bien uno a uno, intentando ver lo que representan, y poniéndose en el
lugar del otro compañero que estaba realizando la misma actividad.
Mientras ellos caminaban en círculo, el resto del grupo
observaba lo ocurrido.
Ya pasado un tiempo, los del grupo que realizaban la
actividad, debían parar cuando regresaran a su lugar inicial, que era frente a
frente con su objeto valioso. En ese momento, el profesor Félix le pidió a una
compañera, al azar, que comenzara la actividad, poniéndose al centro del
pequeño círculo formado por los compañeros del segundo grupo.
Ahí, mi compañera, debía recoger su objeto valioso y
llevarlo con su mano cerca de su corazón, donde nuevamente debía sentirlo y
abrazarlo fuertemente. Luego de esto, el profesor pidió que cada uno explicara
por qué ese era su objeto valioso, que representaba para ellos, por qué era tan
importante, contar un poco la historia de donde provenía y decir por qué jamás
se desharían de este.
Posterior a explicar todo esto, debían entregar
simbólicamente el objeto valioso a uno de los compañeros que formaban el
pequeño círculo, indicando por qué habían escogido a esa persona, por qué le
entregarían a ese compañero ese objeto tan preciado para cada uno y por qué
confiaban en sus manos para cuidar algo tan importante para ellos. Además, la persona que recibía el objeto
valioso por parte de un compañero del segundo círculo, debía decir lo que sentía
en ese momento, de ser elegido entre varios, por una persona, para recibir un
objeto tan valioso, para recibir esa
muestra de confianza que en tan poco tiempo, en un nuevo lugar para cada uno de
nosotros, es difícil encontrar, recibir y entregar. Fue una instancia muy
emotiva, al igual que la clase anterior, donde sirvió para conocernos mejor,
empatizar entre nosotros y compartir nuestras emociones.
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